Franco Armani: El Muro Inquebrantable

 Fuera del campo, Franco Armani es un jugador de perfil bajo y muy respetado por su compañerismo y humildad. A pesar de haber alcanzado el éxito en el fútbol argentino y en Sudamérica, nunca ha dejado que la fama afecte su carácter. Se le ha visto involucrado en varias actividades de solidaridad y compromiso social en su ciudad natal, Casilda, y en otras localidades cercanas. En cuanto a su vida personal, Armani es conocido por su familia cercana y su amor por los deportes, siendo un gran fanático del fútbol y también del rugby, deporte que practicó en su juventud. Su relación con los medios de comunicación es moderada y prefiere mantener su vida privada lejos de los reflectores, lo que le ha permitido mantener una imagen de jugador serio y profesional, siempre dispuesto a trabajar por el bien del equipo.

 Franco Armani se convirtió en titular de la selección argentina en 2018, tras un largo período de incertidumbre en la portería albiceleste. Su debut internacional fue en un amistoso frente a Honduras y, a partir de ahí, se asentó como el arquero principal de la selección. Aunque no jugó la Copa del Mundo de 2018 debido a la preferencia por Sergio Romero, su presencia en la Copa América 2019 y la Copa América 2021 fue fundamental para el título de Argentina en la edición de 2021. En esos torneos, Armani demostró su solvencia en momentos decisivos, como en los penales contra Colombia en las semifinales de la Copa América. Su participación en estas competiciones ha sido clave para consolidarse como uno de los arqueros más confiables de Argentina en los últimos años.

Franco Armani es conocido por su gran reflejo y seguridad bajo los tres palos . Es un arquero con una gran capacidad para leer el juego , destacándose en situaciones de uno contra uno. Tiene una impresionante capacidad de reacción y es muy efectivo a la hora de detener disparos cercanos, incluso cuando parece que ya no tiene opciones. A diferencia de otros arqueros más espectaculares, Armani se caracteriza por su tranquilidad y fiabilidad en situaciones complicadas, lo que le ha dado una gran estabilidad tanto en River Plate como en la selección argentina. Además, su capacidad para salir jugando con los pies es un aspecto que se ha ido mejorando a lo largo de su carrera, adaptándose a los tiempos modernos del fútbol donde los arqueros no solo detienen, sino también participan en la construcción del juego.

 Franco Armani comenzó su carrera en las categorías juveniles del club La Academia de Casilda, un pequeño club en su ciudad natal, y luego pasó a Los Andes en la Primera B Nacional, la segunda categoría del fútbol argentino. Su recorrido en el fútbol argentino es un claro ejemplo de perseverancia, ya que pasó muchos años fuera del radar de los clubes más grandes. Fue en Atlético Nacional de Medellín de Colombia donde realmente se dio a conocer, destacándose como uno de los mejores arqueros de la liga colombiana. Su buen desempeño en Medellín le valió el salto a River Plate en 2018, donde se consolidó rápidamente como titular. Su historia refleja cómo un jugador puede surgir en el fútbol argentino desde el anonimato hasta alcanzar la élite.